Santiago, 26 julio 2004.
Reflexionar “desde una perspectiva educativa” para evitar que los jóvenes se acerquen a prácticas y cultos satánicos, fue el llamado que hizo el obispo auxiliar de Santiago, el salesiano Mons. Ricardo Ezzati, tras el asesinato este sábado de un sacerdote al término de la Misa que presidía en la Catedral.
Cerca de las 18:00 hrs. del sábado 24 de julio, el sacerdote de la orden de los Siervos de María (servitas) Faustino Gazziero D’Estefani se dirigía a la sacristía de la Catedral Metropolitana de Santiago, luego de haber celebrado la Eucaristía, cuando fue acuchillado y muerto por un joven de 25 años. Según informaciones de prensa y testigos -la catedral estaba repleta de fieles- el acto habría sido cometido con motivaciones relacionadas con actos satánicos.
Gran conmoción provocó la noticia en todo el país. Las autoridades y diversos sectores nacionales expresaron su pesar a la Iglesia y a la Orden a la que pertenecía el sacerdote de 68 años de edad, que llegó a Chile desde Italia en 1961.
Este crimen ha despertado inquietud en la opinión pública con relación a la presencia de sectas satánicas en el país, situación que ya había preocupado al parlamento a través de un informe que había sido evacuado hacia el gobierno.
La autoridades de la Iglesia de Santiago ha sido constantemente consultadas acerca de este hecho, y el obispo auxiliar de Santiago, el salesiano Mons. Ricardo Ezzati -consultado por un canal de televisión nacional- llamó a reflexionar acerca del peligro que significan estos movimientos y a tomar medidadas desde la perspectiva educativa para alejar a los jóvenes de este tipo de asociaciones y prácticas.